jueves, 8 de mayo de 2014

Murió Richard Hoggart

Murió Richard Hoggart


El último 10 de abril falleció Richard Hoggart, considerado junto a Raymond Williams y Edward Thompson  uno de los “padres fundadores” de los Estudios Culturales británicos; además de haber sido el primer director del prestigioso Centre for Contemporary Cultural Studies.
Su obra más citada e influyente, publicada en 1957, The Uses of Literacy –traducida al español como La cultura obrera en la sociedad de masas- ha sido clave en la constitución del campo académico de la comunicación latinoamericano y argentino.  Allí aborda los cambios ocurridos, durante los años ´30 y ´40, en la cultura de la clase obrera inglesa a partir de la creciente influencia de la cultura de masas. La fuente principal para ese estudio fue su propia experiencia como integrante de esa clase social, lo que le permitió indagar en las actitudes y comportamientos, prácticas, costumbres y tradiciones, mediante los cuales la clase obrera ofrecía resistencia al embate de una industria cultural que comenzaba un proceso de expansión inédito hasta esos días y que no iba a detenerse.
El énfasis puesto en gran parte del libro en la descripción y análisis de esos mecanismos de resistencia no le impidió a Hoggart identificar críticamente algunas tendencias:
“… es necesario concluir que los miembros de la clase obrera están mucho menos influidos por su consumo cultural (de masas) de lo que podría suponerse. Sin embargo, cabría preguntarse cuánto tiempo más durará este capital moral tradicional, o si seguirá renovando para que el efecto continúe como hasta ahora”
 
Una pregunta fundamentada en la creciente expansión de la industria cultural y… del sistema educativo. Un movimiento contradictorio -¿o complementario?:
“El movimiento obrero luchó porque la educación fuese gratuita y obligatoria, pero el uso que han sido obligados a hacer de sus posibilidades de lectura les ha provocado una regresión cultural  mucho mayor que la que existía cuando la mayoría no sabía leer (…) la clase obrera que aspira a una mejor educación no tiene a su disposición una literatura y una prensa que respondan racionalmente a su proyecto”  
 
Los ecos frankfurtianos de buena parte de las “Conclusiones” de este libro (“Para la clase dominante, es más fácil atraer a la clase obrera a una cultura sin referencias objetivas de clase, ahora que las condiciones económicas hacen menos urgentes los deberes de lealtad y solidaridad de grupo”, dice casi al final) fueron ignorados por quienes marcaron la agenda de investigación –de objetos, teorías y métodos- en el proceso de institucionalización de los estudios latinoamericanos en comunicación y cultura; Jesús Martín-Barbero, como una de las figuras más destacadas de ese proceso. Privilegiaron la resistencia, como si esta fuera  ontológica y ahistórica.
De este modo se dejó sentada la base para la extensión de una tendencia que goza de muye buena salud en gran parte de los analistas e investigadores culturales: la de ver resistencia en cualquier manifestación simbólica de los sectores populares. Paradójicamente, o no, son esos mismos analistas e investigadores culturales los que no dudan en mirar de manera desdeñosa,  o en condenar explícitamente, a esos mismos sectores populares, y a la clase obrera directamente, cuando sus expresiones dejan el plano de lo simbólico y pasan a la acción directa, o sea a la dimensión estrictamente política: cuando esa clase social pugna por, parafraseando a Hoggart, volver a tener una cultura con rostro.   

jueves, 12 de abril de 2012

Las (a)filiaciones de Moyano

Las (a)filiaciones de Moyano

La noticia se redujo
a un capítulo más de la pelea entre el gobierno nacional y Hugo Moyano. Sin embargo, el beneficio anulado tiene un significado más profundo. Según Ámbito Financiero éste consistía en restituirles los aportes patronales a los empresarios del transporte que tuvieran afiliados a sus trabajadores a Camioneros. A través de esta medida Moyano se aseguraba el incremento en la cantidad de afiliados a su sindicato, seguramente con el objetivo de hacerlos jugar en sus rencillas internas con el resto de la burocracia sindical y, por qué no, disponer directamente de un mayor monto de dinero sin intermediarios, como no sucede, en cambio, con los aportes patronales. Se trata, se trataba, de una nueva forma de subsidio, una más; en este caso no sólo al capital, sino tambien a la burocracia sindical. Pero el problema es aun más grave, con esta política Moyano anteponía sus intereses a las necesidades de los trabajadores y el pueblo ya que dicho acuerdo con las patronales del transporte –con la complicidad del Estado- desfinanciaba la seguridad social. Los aportes patronales van a una caja centralizada por el Estado mediante la ANSES, sus fondos deberían utilizarse, si no se pagara deuda, subsidiaran empresas, etc., para mejorar la situación social de trabajadores y jubilados. A Moyano esto parece importarle poco si de ello no obtiene un beneficio personal. Pensar que los intelectuales del estatismo distribucionista, Carta Abierta, nos quisieron convencer que estábamos en presencia de la alternativa de los trabajadores a los “gordos” de la CGT. Está a la vista que con esta “columna vertebral”, como lo definió Aníbal Fernández, el movimiento obrero no irá a ningún lado. Es imprescindible una nueva conducción en los sindicatos.

Maximiliano Duquelsky

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un viaje, una pregunta y un favor

Un viaje, una pregunta y un favor

Lo que sigue es un pequeño fragmento de la entrevista que el "Suplemento No" de Página/12 realizó con dos de los integrantes de Las manos de Filippi. Allí “Pecho” cuenta algunas peripecias del viaje que la banda hizo a Honduras para solidarizarse con el pueblo de ese país participando del festival “Voces contra el Golpe”, una protesta artística contra el golpe de estado que desalojó al presidente Zelaya.

“Tuvimos que entrar a Honduras por la ventana. Bajamos con el avión en un aeropuerto chico en el norte, en medio de la nada, y viajamos por el medio de la selva con un loco que manejaba mal, porque en el aeropuerto estaban todos los milicos. Llovía y pensamos que nos íbamos a matar en la ruta, pero empezamos a ver a la gente en la calle, a los pibes luchando con los grandes, la gente junta, todo eso que acá no se mostró en la tele. Fue emocionante.”

Me preguntaba si algunas de las personas que lean estas líneas podía hacerme un favor: enviarme testimonios similares del viaje de Florencia Peña, La Mancha de Rolando, El Otro Yo, Fito Páez, el Indio Solari, o de cualquiera de los artistas kirchernistas llevando su apoyo al pueblo hondureño. También de los "jóvenes" de La Cámpora que militan por la unidad latinoamericana y seguramente estuvieron allí. Gracias.

Maximiliano Duquelsky


jueves, 25 de agosto de 2011

Feinmann, el destituyente

Feinmann, el destituyente

La última columna del “intelectual” rabiosamente kirchnerista, José Pablo Feinmann, convoca, en el marco del futuro gobierno de “unidad nacional”, a dejar a los “canallas afuera” de dicho acuerdo. Los canallas serían los que no quieren el triunfo de Cristina, sino “el propio, el de sus intereses, el de sus finanzas y para ello acuden a cualquier cosa. Sobre todo, a la mentira y a la injuria. Con todos, sí. Pero con ellos, no” (Página/12 15/08). Pero los que velan por sus propios intereses, “ellos”, son las grandes corporaciones agrarias, petroleras, automotrices, mineras, y ¡bancarias!, a no ser que el “intelectual” piense que se trata de entidades benéficas. Y no recurren a “cualquier cosa”, “ellos” saludaron en forma exultante el rotundo triunfo de la presidenta en las primarias del último domingo. Se trata de un planteo destituyente para con el gobierno. Por eso, Feinmann recurre a un ejemplo para aclarar de qué está hablando. Como no se puede estar con todos, señala que “uno, si no es claramente un hijo de puta, no camina ni tres pasos con un tipo que está con Videla”. Ahora sí, parece que Feinmann se refiere a los Blaquier, los Franco Macri, los Roggio, etc; seguramente también a los Moyano y Gerardo Martínez, o sea a la “burguesía nacional” y la burocracia sindical: dos pilares fundamentales del poder político del kirchnerismo, quienes han sabido dar largas caminatas con los represores de la dictadura. Si Feinmann quiere excluir a los canallas del kirchnerismo, se queda con muy poco, con casi nada, no él, el kirchnerismo.

Maximiliano Duquelsky

miércoles, 13 de julio de 2011

River y el progresismo porteño

River y el progresismo porteño

Al igual que los hinchas de River Plate con el descenso de su equipo a la B Nacional, el progresismo porteño que votó a Filmus se encuentra desorientado. No pueden comprender cómo Macri les ganó por goleada. Piensan que lo sucedido es una anomalía, cuando tal vez haya más lógica en esos resultados de lo que suponen. Prefieren, continuando con la metáfora futbolera, tirar la pelota afuera antes de revisar cómo armaron el equipo y la estrategia que usaron para enfrentar a la derecha; prefieren, en definitiva, poner a resguardo sus propias contradicciones.

Pensaron que iban a derrotar al macrismo con un equipo -la fuerza política- que le votó el setenta por ciento de los proyectos a Macri; entre los cuales se encontraban la creación de la Policía Metropolitana y el endeudamiento de la Ciudad ¿Por qué razón un porteño votaría a quienes apoyaron cuando podía votar a la fuerza que presentó los proyectos?

¿De verdad supusieron que la defensa de la educación pública podía llevarse a cabo con uno de los autores intelectuales de la Ley Federal? ¿Por qué un porteño votaría a Filmus, que no propone terminar con el subsidio a la educación privada, cuando tiene al ejecutor de esa política privatista hoy en el gobierno? ¿Por qué iba a votar a un supuesto defensor de la educación pública, que manda a sus hijos a la escuela privada, si tiene la opción de elegir a alguien que defiende la educación privada y allí manda a sus hijos?

Algunos se escandalizaron con el accionar patoteril de la UCEP, la Unidad de Control del Espacio Público, la fuerza de choque del macrismo; pero votaron a Tomada, abogado del autor intelectual del asesinato de Mariano Ferreya, el ferroviario José Pedraza quien organizó la patota criminal.

Se espantan con la política de seguridad macrista, sin embargo apoyaron con su voto la militarización de la zona sur de la Ciudad con la Gendarmería. ¿La alternativa a la política de seguridad de Macri era votar a un candidato que había justificado la represión a los docentes de Santa Cruz, con los argumentos de Macri? Parece mucho más lógico que un porteño en busca de seguridad vote a quien lo dice y lo hace, y no a quienes no lo dicen pero lo hacen igual; es mucho más coherente votar a la derecha que a quienes asumen su agenda.

Se rasgan las vestiduras por los festejos del PRO, con globos con sonrisas dibujadas, candidatos bailando pésimo; pero acaso ¿no se conmueven con el candombe -perdón Uruguay y San Telmo- "Nunca menos", un canto a la resignación? ¿O con la referencia iconográfica permanente a la figura del fallecido ex presidente? ¿Acaso no festejan las canciones estúpidas de Barragán en 678? Jugaron el juego de Macri y perdieron. Los porteños, que pueden ser conservadores, parece que prefirieron malo conocido que malo por conocer. Hay quienes hasta no hace mucho tiempo afirmaban que "Los kirchner y De Vido son unos mafiosos", por ejemplo. Muchos de ellos hoy hablan de "El Flaco". Parece difícil poder ganarle a Macri con tal cúmulo de contradicciones.

A eso hay que sumarle el curioso "combate" que quisieron dar contra la derecha. Si voy a jugar un partido clave contra el mejor equipo de la región y de visitante, ¿no pongo lo mejor que tengo? Sin embargo, la Presidenta -el mejor jugador que tiene el kirchnersimo para salir a la cancha- debe haber aducido una lesión porque no salió a disputar el partido de la elección porteña. ¿Por qué la campeona de la oratoria sin papeles se quedó muda?

Las personas bien intencionadas de la Ciudad nunca asumieron, tal vez nunca lo hagan, que Macri gobierna por el fracaso del progresismo. Un cuarto de los votos de Filmus provino de la colectora de Aníbal Ibarra, el responsable político de la masacre de Cromagñon. Ni Filmus, ni Cristina que se maravillan con la juventud salieron a diferenciarse del ex fiscal; mientras aportara votos... ¿Acaso escucharon a los jovenes de La Cámpora, cada vez más parecidos a lo peor de la Franja Morada y al "Grupo Sushi", decir algo? ¿Con esta "dirigencia juvenil" pensaban enfrentar a la derecha?

Dicen que Macri es un candidato apolítico ¿Qué diferencia hay entre una consigna tan vacía de contenido político como "juntos venimos bien" y la frase más escuchada en boca de los electores progresistas que afirmaban que "hay que votar a Filmus para sacar a Macri"? ¿Por qué sorprenderse que este “programa político” haya salido derrotado?

¿Es posible aborrecer a Rodríguez Larreta pero reirse con Aníbal Fernández? ¿Despreciar el uso de la silla de ruedas de Gabriela Michetti pero emocionarse con el luto de la presidenta? ¿Decir que los gordos de la CGT "son unos mafiosos" pero votar al candidato cuya lista llevaba al secretario gremial de las 62 organizaciones de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor? ¿Quieren terminar con la corrupción en la política y el Estado y para eso eligen a ese mismo candidato, quien iba acompañado por María Rachid, protagonista central del escándalo en el INADI?

Para terminar, y no hacer esto más largo de lo que ya es, ¿se puede aplaudir el "asco" de Fito Paéz hacia la mitad de la población por su elección electoral y al mismo tiempo acusar a la izquierda de "vanguardia iluminada", de querer tener siempre la verdad, de no comprender la voluntad de las personas, etc. etc.? ¿Se puede criticar a Pino Solanas por la caracterización que hizo de su electorado y al mismo tiempo escribir, como el decano de la Facultad de Sociales de la UBA, que los votantes de Filmus "están más informados y más interesados en la política"? ¿Que es esto sino hablar de un voto calificado? Qué tal el progresismo kirchnerista ¿Qué hubiesen dicho si a nosotros, la izquierda, se nos hubiese ocurrido decir que el 99 por ciento del electorado está equivocado por la pésima elección que hicimos?

Pero la política, como el fútbol, siempre da revancha. Dos sucesos recientes nos dan una nueva oportunidad. Uno el apoyo de Franco Macri, también de los setenta, pero de la "patria contratista", al proyecto "nacional y popular". El otro, que la carta de Cristina para reemplazar a Moyano en la dirección de la columna vertebral del movimiento, la CGT, era Gerardo Martínez, titular de la UOCRA, quien habría sido servicio de inteligencia de la dictadura ¿No será tiempo de cortarla con los sapos? En una de esas con otra lógica podrán cambiar algunas cosas. Tal vez así River pueda volver donde su historia le indica que debe estar, y el progresismo podrá evitar su debacle total.

Maximiliano Duquelsky

domingo, 3 de julio de 2011

Un puente hacia el abismo

Cristina y la juventud

Un puente hacia el abismo

La presidenta volvió a hacer alusión a la juventud durante el discurso en el que confirmó su próxima candidatura. Su compromiso para volver a candidatearse, dijo, era fundamentalmente “con los jóvenes que tanto esperan de este nuevo país”, en el cual ella esperaba ser “un puente entre las viejas y las nuevas generaciones”.

En las próximas elecciones presidenciales habrá un millón novecientos mil nuevos jóvenes en condiciones de votar. Para ellos este “nuevo país” tiene todas las caras de una figurita repetida. Según el “destituyente” Artemio López, del total, casi el 30 por ciento es pobre. De la población económicamente activa, un 39 por ciento del total, el 22 por ciento está desempleado y más del 74 por ciento trabaja “en negro”, percibiendo un salario promedio de poco más de mil pesos. El 38 por ciento ha quedado fuera del sistema educativo, subiendo a 44.5 por ciento en la franja más pobre.

Pobreza, informalidad laboral y desempleo es lo que el kirchnerismo les ha dado a estos jóvenes trabajadores que se incorporaron recientemente al mercado laboral, o quisieron hacerlo. Mientras tanto, los bancos, las multinacionales mineras, petroleras, telefónicas y automotrices han obtenido jugosas ganancias. Esto sintetiza el núcleo duro del famoso “modelo”.

¿Qué pueden esperar entonces los jóvenes de su “profundización”? Como mucho, la extensión del asistencialismo: el camino de la precarización laboral los conduce, con suerte, a una asignación universal por hijo miserable y a una jubilación de pobreza, en vez del 82 por ciento móvil. El candombe “Nunca menos” debería ser cambiado por un ritmo de tango resignado para ser coherente con su contenido. La “batalla cultural” del kirchnerismo está dirigida a que los jóvenes acepten sumisos que “nunca más” tendrán trabajo digno y bien remunerado.

El puente que Cristina quiere encarnar conduce a un “abismo” mayor para la juventud, por eso ya no espera nada de este “viejo” país y de esta “vieja” dirigencia –por más que su vice un joven ¿ex? UCEDE. A diferencia del conformismo cartaabiertista, los jóvenes están empeñados en construir un núcleo de resistencia a la debacle capitalista, que emerge en los lugares de estudio, de trabajo, en los barrios. El Frente de Izquierda se plantea ser el canal de esas demandas y el cemento de esa construcción.

Maximiliano Duquelsky

lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Qué pasó con la nobleza, Pablo? ¿Se la dejaste a Ernestina?

¿Qué pasó con la nobleza, Pablo? ¿Se la dejaste a Ernestina?

Ningún sector está dándole un uso político tan grande a la muerte de Kirchner como el propio kirchnerismo. La verdad, o la realidad, que son lo mismo según las sabias palabras del General, ya no importan. Los escribas que hoy trabajan para el poder estatal han abandonado el principio que algunos de ellos sostuvieron hasta hace poco de acercarnos a la verdad -o a la realidad,que son lo mismo. Hoy el poder político, ante la asuencia de su jefe, necesita de un mito. Y allí están ellos, los profesionales de la palabra para brindar sus servicios. El Flaco, dice Pablo Llonto. Néstor, dicen otros. Una manera de generar cercanía. Pero no de ellos con Kirchner. Sino de Kirchner con ellos. Era uno de nosotros. Néstor, el Flaco. El primer paso de la operación mítica deja a Kirchner sin apellido.

Pero también sin historia. Te recuerdo, Pablo, que el Flaco era el mismo que en 2004 mandó a 600 guardias de infantería a desalojar con gases, palos y camiones hidrantes la planta donde se imprimía Clarín, ocupada por los trabajadores gráficos en protesta por el despido de toda la comisión interna y de otros trabajadores del “monopolio”. La misma arbitrariedad que vos sufriste allá por 1999, cuando eras delegado gremial. ¿Qué pasó Pablo, te olvidaste de ese “detalle” del gobierno del Flaco, te olvidaste de tus ex compañeros? Kirchner nunca garantizó que los principios constitucionales de asociación gremial pudieran cumplirse en Clarín. Ni siquiera luego de haber roto el pacto con “el monopolio”; el mismo “monopolio” al que le extendió sus licencias de radio y televisión por diez años más, allá por 2005. Cómo puteaste en ese momento, Pablo. Pero no sacaste las conclusiones del caso.

Te veo seguido, Pablo, en 6,7,8 y Duro de Domar. Si se va seguido a los programas donde circulan funcionarios de reconocida e intachable trayectoria ética y popular, como Aníbal Fernández o Julio de Vido, es obvio que ya no te vea en piquetes, huelgas y protestas de los trabajadores. El Flaco se horrorizó por el crimen de Mariano Ferreyra, decís. Creo que fue así, que se horrorizó. Tanto que estos programas a los que habitualmente concurrís fueron los únicos de la televisión argentina donde no fueron invitados ni obreros ni compañeros de militancia de Mariano. Invitaron a funcionarios. El objetivo: colaborar en la operación de inteligencia –perdón por la exageración- que tenía por objetivo aprovechar la muerte de nuestro compañero para dirimir la interna del PJ contra Duhalde y despegars al Flaco de sus vínculos con Pedraza, separando a Moyano de la Unión Ferroviaria. La famosa democratización de la comunicación. La misma que dijiste, hace unos años en la Facultad de Ciencias Sociales, no iba a ser llevada adelante por el Flaco. Ahora resulta que arremetió contra Clarín y Papel Prensa. ¿Los compañeros de Mariano tendremos nuestra cuota de papel y nuestra licencia de radio o tv? ¿O serán para los viejos nuevos Gvirzt y Spolsky? ¿Y las telefónicas, Pablo? ¿Acaso el gobierno del Flaco no acaba de profundizar el monopolio de Telefónica/Telecom aprobando la nueva composición accionaria y desestimando la denuncia por práctica monopólica?

Ay Pablo, de un día para el otro Pedraza se convirtió en impostor y Moyano en un ejemplo de dirigente gremial ¿Es necesario recordarte lo que hacía Moyano en los setenta en Mar del Plata y alrededores? ¿O el papel jugado en estos años, por ejemplo, en ponerle tope a las paritarias? El Flaco devolvió las paritarias, dicen. Mentira, la arrancaron los trabajadores. Por eso el Flaco recurrió a los servicios de Moyano y Yasky para ponerle techo. De un día para el otro, también, apareció el Pedraza dueño de las tercerizadas que emplean trabajadores en el ferrocarril por la mitad del sueldo que deberían cobrar. ¿No se te ocurrió preguntarle a Tomada, abogado de la Unión Ferroviaria por más de 20 años y hoy ministro de Trabajo del Flaco? ¿Por qué no se hizo nada antes? ¿Por qué hubo 93 instancias de mediación entre la empresa y los tercerizados en el Ministerio de Trabajo y no se solucionó el problema? El gobierno del Flaco podía haber evitado que mataran a mi compañero de 23 años. Pero para eso había que tocar los negocios de Pedraza.

Decís con toda razón que la burocracia sindical mató a nuestro compañero pero nada decís que esa burocracia apoyaba al Flaco, y que el Flaco se recostaba en ella. A propósito, ¿quién inauguró la Casa del Trabajador Ferroviario en 2009 e hizo una reivindicación pública de Pedraza? ¡¡¡En 2009, Pablo!!! La presidenta y esposa del Flaco. La misma que celebró el regreso de la Juventud Sindical ¿Hace falta que te recuerde qué papel jugó esa juventud en los setenta? Continuemos, mejor. Omitís mencionar el papel jugado por la policía de Scioli, reprimiendo a los tercerizados del Roca y no a la patota de Pedraza. Pero mencionar eso te llevaría a denunciar que la Policía Federal liberó la zona en Capital para que los esbirros de Pedraza acribillaran a nuestros compañeros. La policía del gobierno del Flaco, Pablo. No es la primera vez que pasa. Por mencionar un solo caso: preguntale a los trabajadores del Casino detenidos por la Gendarmería y la Policía Federal y sometidos a diversos vejámenes en las comisarías. No lo digo yo, militante del Partido Obrero. Lo denunció, entre otros, una de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Pero ahora escribís para el poder que defiende a Cristóbal López, dueño del Casino, cuando antes combatías ese mismo poder.

¿Contradicciones de un gobierno? Puede ser. De ser así, ¿por qué ocultarlas? ¿Por qué no ponerlas sobre la mesa y que cada uno haga su balance? ¿A qué le temés, Pablo? ¿A qué cada uno encuentre una lógica entre el llamado del Flaco, allá por 2003, a construir “brigadas antipiqueteras”, y cada una de las zonas liberadas por las policías, Gendarmería y Prefectura para que las patotas sindicales actúen con total impunidad? Le hicieron caso al Flaco, no hay dudas.

El mito debe ser tan grande que es necesario ocultar las propias palabras del sujeto a mitificar. No era por el “fifty fifty” que el Flaco intentó aplicar la 125; él mismo, que era mucho más sincero que vos, dijo claramente que debía pagar deuda. ¿Te acordás, Pablo, cuando marchabas por el no pago de la deuda externa? ¿Qué pasó? ¿De golpe la deuda fraudulenta se convirtió en objeto de honra? ¿O ahora tenés que “honrar” otra cosa, Pablo? Un dirigente rural reivindicó la política agropecuaria del Flaco delante de su mismo cajón y de cara a la presidenta. Dijo que se terminaron los remates y que nunca la rentabilidad había sido tan alta para el agro. Se olvidó de agradecerle al Flaco por mantener o no hacer nada contra las altísimas tasas de empleo en negro y trabajo infantil en el campo, dos características indispensables para aumentar la rentabilidad.

Destacás el matrimonio igualitario pero no decís nada de la negativa del gobierno del Flaco a legalizar el aborto, ni de las subvenciones del Estado a la Iglesia. ¿Que me quedo con lo malo y no reconozco lo bueno? Es una manera de verlo. La otra puede ser que me importan más las miles de mujeres que se mueren por año por abortos clandestinos y el deterioro de la educación pública a cambio de subvencionar a la privada. Ahí sí hay un interés estructural que afectar. ¿Por qué no hacer las tres cosas? ¿No están dadas las condiciones? ¿Entonces el Flaco sólo hacía lo que se podía hacer? ¿Si hacía lo que se podía hacer, cómo es entonces que enfrentó a los poderes establecidos? Se enfrenta al poder para hacer lo que no te dejan, Pablo. Principio básico de los que luchan contra las injusticias.

No hacía falta tanto, Pablo. Te pregunto: ¿era necesario mencionar a los mineros de Río Turbio? Sí, era necesario. Porque si hubieses mencionado, por ejemplo, a los docentes santacruceños en lugar de a los mineros iba a ser muy difícil que no saliera a la luz la orden librada a la Gendarmería, la Policía provincial y a la Prefectura de militarizar las escuelas de la patria pingüina para impedirles el paso a los docentes y directivos que estaban en huelga. Ni hablar de las represiones a los petroleros y desocupados de la provincia del Flaco; donde no se hacía nada sin su venia. Mencionás los noventa, ¿qué hizo el Flaco en los noventa? No te pregunto por lo que hizo durante la dictadura mientras se chupaban, torturaban y hacían desaparecer a sus compañeros de la “juventud maravillosa” porque me da vergüenza ajena. El del Flaco debe ser el único caso en que puede resumirse su actividad durante esa época a una circular: la 1050.

Por último, tenés todo el derecho a construir el mito del Flaco como el último gran estadista. Eso sí, no escatimás recursos para eso. Te decís leninista y trotskista para mofarte de quienes abrazan esas ideas. Casualmente las que abrazaba Mariano Ferreyra. Nosotros somos más respetuosos. No nos mofamos de los kirchneristas ante la pérdida de su líder político. Discutimos con ellos. No los puteamos, como vos decís que puteabas al Flaco. Debatimos, fuertemente, con nuestras convicciones, que no cuelgan de ningún poster –qué bajo caíste con este comentario despectivo, Pablo-. Esas mismas convicciones que parece que has perdido junto con el respeto por los muertos asesinados por los aliados del Flaco ¿Cambiaste de opinión? Puede ser ¡Pero qué casualidad! Cambiaste por las ideas que hoy son parte del poder. Tan perdido estás que luego de definirte leninista y trotskista terminás diciendo que sos anarquista. Un anarquista más papista que el Papa, vaya contradicción. Entre paréntesis: ¿Qué querés demostrar, Pablo? ¿Qué podés ser otro Vertbisky? Un detalle, los anarquistas no hubiesen votado nunca al Flaco. No por el Flaco, sino porque los anarquistas no votaban, deliberadamente. Si estás confundido, no confundas.

Mis saludos a quienes han sentido que perdieron a un líder político. Seguiremos discutiendo. Para vos, Pablo, un consejo y una pregunta. En vez de pedirle perdón al Flaco, deberías pedirle perdón a la gente que leyó tu columna por haber menospreciado su capacidad intelectual. Y la pregunta, jugando con el título de ese valiente libro que escribiste: ¿Qué pasó con la nobleza, Pablo? ¿Se la dejaste a Ernestina?
Maximiliano Duquelsky