miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ni lo mismo ni tan diferentes

Cristina y Mauricio, unidos por el espanto

Hace unos meses, durante la conferencia de prensa en la que anunciaba su triunfo en las elecciones a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri arremetió directamente contra los trabajadores docentes cuando afirmó que serían reconocidos aquellos docentes que trabajaran todos los días o no estuvieran todo el año de licencia.


El último lunes, durante su discurso de asunción, la nueva presidenta -como le gusta hacerse llamar-, Cristina Fernández, eligió el mismo camino: atacar las formas de protesta de los docentes y dudar de su nivel profesional para estar al frente del aula. Destacó que ella era hija de la escuela pública, donde había clase todos los días y donde los maestros sabían más que los alumnos.

jueves, 20 de septiembre de 2007

“No sé por qué no llegan”

“No sé por qué no llegan”

Dos de los ganadores del concurso “Periodistas por un día” -organizado por el programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación-, le plantearon al ministro Filmus, durante la ceremonia en la que recibieron sus premios, la situación desesperante de los trabajadores rurales infantiles que no pueden concurrir a la escuela porque deben colaborar con el sustento económico de sus familias.

Matías Cabrera y José Ledesma, alumnos del colegio N° 25 de Alijilán, en el departamento Santa Rosa de Catamarca, señalaron: “Les traemos el reclamo de ellos: quieren estudiar. Son chicos que traban en condiciones de alto riesgo, muy expuestos a problemas de salud. Cargan sobre sus espaldas mochilas de 30 kilos con insecticidas, herbicidas y fertilizantes, y muchas veces se infectan y sufren enfermedades" (La Nación, 20-09-07). Cuando tomó la palabra, Filmus no pudo evitar referirse al tema y manifestó su sorpresa: “Nosotros tenemos programas de asistencia, pero no sé por qué no llegan a esa zona” (Idem).

Uno de los programas a los que hacía referencia el ministro de la cartera educativa es “Volver a la Escuela”, y contempla una ayuda financiera de $400 pesos anuales, o sea, menos de $40 pesos por mes, por chico. Una cifra que provoca indignación y que convierte en anecdótica la diferencia entre si llega o no la asistencia del estado.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Educación "nacional y popular"

Educación “nacional y popular”

Una muestra más de cómo se defiende la educación pública argentina. En el mismo momento en los docentes de seis provincias están o estuvieron recientemente de paro por reclamar mejoras salariales, cuando las escuelas porteñas se caen a pedazos, mientras hay jubilados docentes que no perciben el 82% móvil sino menos de la mitad del sueldo que recibían como maestros, mientras existen decenas de miles de docentes universitarios que trabajan sin salario, al mismo tiempo que varias facultades declaran la emergencia presupuestaria por no disponer de los fondos necesarios para funcionar normalmente, mientras una docente santacruceña agoniza pro la salvaje agresión de un funcionario del riñón presidencial. En este contexto, el gobierno nacional, que no da respuestas a ninguna de los reclamos de los trabajadores de la educaicón, anuncia con bombos y platillos –en el acto estuvieron presentes el Ministro de Educación, Daniel Filmus, y la candidata a presidenta por el oficialismo, Cristina Kirchner-, que la universidad privada más grande de los Estados Unidos, la Universidad de New York, inaugurará una sede en nuestro país. Todo un gesto político de parte de un gobierno que dice defender los intereses nacionales y que se preocupa por el bienestar de las clases populares.

viernes, 20 de julio de 2007

Nº 1000 de Prensa Obrera


Nº 1000 de Prensa Obrera

Hace poco más de 100 años, Lenin planteaba la necesidad, para la construcción de un partido revolucionario, de contar con un periódico de masas. Al respecto, decía: "...El primer paso práctico hacia la creación de la organización que deseamos y, finalmente, el hilo fundamental que nos permitirá desarrollar, ahondar y ensanchar incesantemente esa organización, debe ser la creación de un periódico para toda Rusia..." (V. I. Lenin, ¿Qué hacer?).

Como puede apreciarse, el gran dirigente bolchevique estaba al tanto de la importancia del periódico como un elemento imprescindible para la actividad política del partido y como una herramienta central en el desarrollo y reforzamiento de esa organización colectiva: "Mientras no sepamos unificar nuestra influencia sobre todo el pueblo y sobre el gobierno por medio de la palabra impresa, no dejará de ser utópico pensar la unificación de otras formas de influencia, más complejas, más difíciles, pero también más decisivas...".

Cumpliendo con creces estos y otros objetivos, la semana pasada, el Partido Obrero de la República Argentina editó el número 1000 de su periódico Prensa Obrera. Reproducimos a continuación parte de la nota aparecida en este periódico conmemorando el acontecimiento.

“… Prensa Obrera sale como resultado al cabo de ocho años de lucha contra la dictadura militar, una lucha que fue librada, en la clandestinidad, con posiciones socialistas y con una prensa propia de partido. Prensa Obrera va a heredar de Política Obrera la característica de un periódico muy vinculado a las luchas y a los procesos políticos de las masas, y fuertemente concentrado en caracterizar la realidad política corriente. Política Obrera va a señalar de entrada que la dictadura militar es un régimen de crisis; va a analizar esa crisis en todo su desarrollo; y en febrero de 1981 va a plantear la inminencia de su derrumbe. Asimismo, se empeñará en destacar la amplitud de la resistencia obrera a la dictadura.

Una hojeada de Prensa Obrera demuestra que es, hasta la médula, un periódico insertado en las luchas obreras y en la experiencia cotidiana de las masas. Ocupa un lugar destacado en sus páginas el combate de la mujer, de la niñez y de la juventud. Pero semejante característica supone algo muy importante —que Prensa Obrera no podría ser lo que es si fuera el producto práctico de un comité de redacción. En efecto, Prensa Obrera es el órgano de elaboración colectiva de un partido; una prensa política solamente puede ser una prensa de partido. Debe tener un eje, que solamente lo puede dar una experiencia de acción común. Los periódicos que no son de partido son fenómenos comerciales, al servicio de un ‘lobby’, frecuentemente empresarial, y por lo tanto de una vida efímera. En el caso de los partidos que se consideran caducos y pretenden reconvertirse en movimientos, sus periódicos no juegan un papel relevante en la acción política y tenderán a desaparecer en un cierto plazo…”

martes, 3 de julio de 2007

El peor analfabeto


El peor analfabeto

El peor analfabeto es el analfabeto político.
El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.

El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Bertolt Brecht

lunes, 25 de junio de 2007

Hay equipo, faltan periodistas

Hay equipo, faltan periodistas

No sólo Marcelo Tinelli legitimó a la barra brava de San Lorenzo -y por ende a las de los otros equipos- invitándola a su programa de televisión. También en “Hay equipo”(TyC Sports), un programa donde un grupo de periodistas del canal enfrenta a un combinado de jugadores, en actividad o retirados, para luego compartir el clásico asado. Con motivo de la consagración del equipo de Boedo, los periodistas –todos críticos regulares de la escalada de violencia que se vive en nuestro fútbol- enfrentaron al campeón del Clausura.

Para el cotejo hubo, como en el programa de Tinelli, invitados de lujo: la barra brava azulgrana con la bandera que los caracteriza y varias sombrillas donde podía leerse la leyenda que los identifica, “La Gloriosa”. Los cantos que entonaban hacían notar su presencia, pero para algún desprevenido la voz en off que relataba el partido se encargaba de recordarnos su presencia y la cámara de registrarlos -incluso cuando les acercaron amigablemente unos choripanes.
Sí, "Hay equipo", pero sobre todo, hay impunidad de los violentos y complicidad de jugadores, dirigentes, hinchas destacados y del periodismo de los grandes monopolios massmediáticos, que necesita de las barras bravas para que sean los protagonistas nefastos del circo romano en el que se convierte nuestro fútbol televisado.

jueves, 14 de junio de 2007

Historia

Historia

Si usted supuso que había visto y leído todo sobre el “baile del caño”, lamentamos decirle que la creencia sólo es válida si hojeó el último suplemento Cultura de Perfil. El autor de la nota “Caños y deslices”, Raul H. Alvarez, lamenta (sic) que en ningún medio se haya mencionado al verdadero inventor de este “polémico aparato” ni su historia. Una falencia en la responsabilidad mediática que él mismo intenta paliar con una síntesis escueta -repetimos, en el suplemento Cultura de Perfil- de los avatares de esta herramienta imprescindible para la historia del ser humano. Lo que se dice, un periodista preocupado por la función educativa de los medios.

miércoles, 13 de junio de 2007

Bailando con un barra

Bailando con un barra

A Marcelo Tinelli sólo le faltaba, para continuar con su impunidad política, ideológica y estética en la televisión argentina, llevar a la barra brava de San Lorenzo al estudio de Canal 13 para festejar el campeonato logrado por el club de sus amores. El lunes por la noche, la clásica bandera de fondo blanco y letras azulgranas que identifica a la barra “santa” por su lugar de concentración, la plaza Buteler, colgaba de la parte superior del estudio. Debajo de ella, y como si estuvieran sobre un paraavalanchas, podía verse a algunos de los integrantes de los violentos azulgranas.

Sorprendentemente, o no tanto, ninguno de los periodistas deportivos de la televisión, los mismos que se rasgan las vestiduras cuando suceden los hechos de violencia en nuestras canchas, emitieron la menor crítica. Al contrario, cada vez que pudieron antes y después del programa, entrevistaron al “caracterizado” hincha del club de Boedo, incluso ponderaron su supuesto apoyo para la contratación del técnico azulgrana. Por el lado de los medios gráficos, la noticia brilló por su ausencia. El dueño de casa, Clarín, se refirió muy brevemente como si se tratara de una nota de color más en el exitoso programa; La Nación y Página/12 ni siquiera lo mencionan.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Reformas tramposas

Reformas tramposas

No hizo falta mucho tiempo para que la Ley de Financiamiento educativo mostrara su verdadera cara. La dirigencia sindical que apoyó la norma hoy plantea la necesidad de reformar una ley que tiene menos de dos años demostrando su incapacidad y limitación política.

Ya lo habíamos anunciado. La Ley de Financiamiento Educativo era una trampa estructural e ideológica. Estructural, porque postergaba hasta el 2010 el incremento del presupuesto educativo cuando los recursos hoy ya están disponibles (superávit fiscal) y subordinaba este aumento presupuestario al acuerdo o no entre las castas de los gobiernos nacionales y provinciales por intermedio de la coparticipación federal. Ideológica, porque la sanción de esta ley le permite hoy al gobierno y a su candidato en la ciudad de Buenos Aires explotarla en su propio beneficio con el objetivo de ganar adeptos para las elecciones del 3 de junio y para las nacionales de octubre. Ideológica también porque operó como un freno y un quiebre para las luchas de los docentes que depositaron sus esperanzas en un nuevo marco legal que por fin diera respuestas a sus justos reclamos.

Cuando esta ley fue promulgada, los dirigentes sindicales que militaron su sanción, los mismos que hoy son repudiados por las asambleas docentes e insultados en todas las movilizaciones, decían: “Es un hecho histórico: volver a tener al Estado nacional como cogarante del financiamiento de la escuela pública" (Yasky, CTERA); "Con esta ley la provincia de Buenos Aires tiene la posibilidad de avanzar" (Baradel, SUTEBA). Un comunicado de la CTERA, señalaba: “Expresamos nuestra satisfacción ante este trascendental hecho que permitirá comenzar a superar el proceso de pauperización al que fue sometida la escuela pública a partir del gobierno menemista y que se materializó en una nefasta Ley Federal de Educación que provocó la mayor fragmentación y desigualdad que haya vivido la educación pública argentina”.

A pesar de las numerosas críticas que recibió la nueva normativa, la burocracia sindical, aliada y cómplice del gobierno, hizo oídos sordos. Hoy, a sólo 15 meses de su promulgación, mientras se suceden conflictos en varias provincias, con la mayoría de los docentes descontentos y la dirección de CTERA cuestionada por su política de abandono y aislamiento de las luchas provinciales, Hugo Yasky planteó en la edición del diario La Nación que sino se debate el tema de la coparticipación se necesitará la "reformulación de la ley de financiamiento educativo". Además, afirmó que se debería empezar a discutir el año que viene, "para tener definido el tema en 2009 y aprobar a fines de ese año una nueva ley de financiamiento". Sí, una nueva ley a sólo meses de haberse sancionado aquella que ellos reclamaban ¿Acaso no decían ellos que estábamos frente a un “hecho histórico”, un “hecho trascendental” que permitiría dejar atrás “el proceso de pauperización al que fue sometida la escuela pública”?

Ante la evidente incapacidad de previsión de los dirigentes sindicales, la periodista le señaló al actual Secretario General de la CTA si ellos no habían estimado que la ley de financiamiento no bastaría para cumplir con las metas: “Lo veíamos -respondió Yasky-, pero creemos que primero debe estar la definición política de qué educación queremos y, en función de eso, garantizar los recursos, y no al revés, como siempre se hizo”. Que se haya hecho al revés, ¿significa que siempre se garantizaron los recursos? ¿El problema entonces era la ausencia de una definición sobre “qué educación queremos”? La educación que queremos no la vamos a obtener de un gobierno corrupto y represor que acumula reservas en el Banco Central a costa del hambre de los trabajadores ni de los dirigentes sindicales especializados en la conciliación permanente cuya moneda de cambio son las reivindicaciones de quienes están frente al aula todos los días.

domingo, 20 de mayo de 2007

Recepción crítica: la primera pedrada

Recepción crítica: la primera pedrada
En las pedradas que, como granizo, destruían las vidrieras, las boleterías, rebotaban o impactaban en los escudos de la infantería desplegada en la Plaza de Constitución, asoma -si se la quiere ver- una teoría de la recepción, incipiente, que afirma las torpezas reiteradas de los años ochenta -aquello de que el receptor no es manipulable- pero por razones bien distintas.
La mediatización, en vivo y en cadena, del episodio de Constitución (la batalla campal, los incidentes generalizados...) echó luz sobre la disputa del sentido entre los medios y los protagonistas.
Movileros modelizados según el discurso televisado creían ver, primero, "manifestantes" y, poco después, "activistas", donde había "pasajeros" o, mejor, "trabajadores que regresaban a sus casas". Interrogaban, como es esperable, desde el lugar bíblico común: "¿quién arrojó la primera piedra?" Buscaban -con el apremio del animador desde el estudio- el responsable de tamaño desmadre.
Los protagonistas -que no habían llegado a sus hogares y, por tanto, ni siquiera habían podido encender la pantalla de tevé, como todas las noches- se habían cansado de arrojar piedras y de putear a vagones muertos en los andenes. Tanto que la respuesta reiterada resultó obvia: "la primera piedra la arrojó Metropolitano".
La eficacia del coro consistió no sólo en desnudar el origen sino en demoler la matriz desde donde los medios pretendían leer el conflicto. Algo así como "esto que sucede es inexplicable, un trabajador no se convierte en un activista en 15 minutos, en consecuencia, hay activistas, alguien empezó, agita, interviene como oportunista para movilizar la bronca masiva".
Pero no: les explican a los movileros -que ni siquieran pueden procesar con sus propios conceptos el espectáculo al que asisten, entre otras razones porque no tienen tiempo, los envían de acá para allá, son movileros perpetuamente móviles persiguiendo noticias que no entienden-, decíamos, les explican a los movileros que en el origen de toda pedrada (rebelión, estallido, violencia social) está metropolitano, la empresa, el gobierno, el poder.
Hubo que esperar muy entrada la noche para escuchar y ver a uno de a pie que, frente a otro movilero aturdido, denunciaba que los periodistas nada entendían, que había escuchado a Ari Paluch quien hablaba de "turba", que nadie había nombrado a Sergio Tasselli, el vaciador de Río Turbio, el responsable de los 14 mineros muertos en 2004, el vaciador de Parmalat, uno de los accionistas de Ferrocarriles Metropolitanos, empresa que recibe 6 millones de pesos por mes como subsidio para acarrear trabajadores como ganado. La cámara ni siquiera tuvo tiempo de interrumpirse y dejó filtrar la intervención del tipo como dejó ver las piedras que llovían.
En conclusión -para no hacer larga esta entrada-, es cierto que las audiencias pueden hacer una lectura crítica. Sólo hace falta que, antes o durante o poco más tarde, levanten una piedra, la soben un poco al calor de la mano, calculen con esa experiencia que uno fue asimilando desde pibe y la claven con la misma fuerza con que los medios intentan clavar su representación de nuestro mundo y de nuestros problemas en nuestra conciencia.

viernes, 11 de mayo de 2007

Ética, lenguaje y realidad

Ética, lenguaje y realidad

Una columna y un comentario demuestran que el uso del lenguaje conlleva una responsabilidad ética. Que algunos cumplen y otros no tanto.

Comprender la significación de un fenómeno es una tarea en la que el lenguaje está directamente involucrado. Tratando de extraerle el sentido y comunicarlo, o intentando darle un orden –siempre contingente y nunca absoluto- al caos que constituye lo “real” previo a la mediación del lenguaje. Pero el mundo no se deja contener por la palabra. La sobrepasa. Siempre hay sentidos que intuimos están ahí y no podemos definir, menos comunicar. Siempre hay sentidos que no se dejan aprisionar en la jaula de los conceptos. Lacan hablaba de un núcleo duro de lo real imposible de simbolizar. Por eso el lenguaje, su uso, que intenta darle un orden, un significado al mundo, está atravesado por una responsabilidad ética, un compromiso con el otro a quien me dirijo. Un compromiso por tratar de ser fiel a lo que sucede por más que no pueda nunca definirlo en su complejidad y totalidad.

Cumplimos con este compromiso cuando respetamos, hasta donde la (in)capacidad de nuestras palabras nos dejan, lo que lo real nos muestra; cuando nuestro intento de frenarlo en su devenir con ideas y pensamientos, se somete ante evidencias que las palabras sin querer ocultaban. A Angela Pradelli parece haberle ocurrido algo de esto. La escritora, docente y ganadora del Premio Clarín de Novela intentaba dar cuenta de una supuesta cultura autoritaria que atravesaría las prácticas y discursos tanto de la izquierda como de la derecha. Para ejemplificar su razonamiento, la autora menciona a algunas de las víctimas de esta costumbre, común a todos, de callar al otro eliminándolo: Carlos Fuentealba, Maximiliano Kosteki y Darío Santillan, Teresa Rodríguez. Sabemos que la lista sería interminable. También sabemos que sus integrantes serían siempre los miembros de un mismo sector social: el de los luchadores que son víctimas constantes de un estado represivo. Leyendo la nota completa uno se imagina a la historia empujando para colarse en un discurso que hasta allí parecía no permitirle la entrada. La autora escuchó los golpes que lo “real” daba a la puerta de su alegato y sus palabras le abrieron la puerta.

Pero no siempre es así. Las palabras de Walter Curia, periodista del diario Clarín, hacen oídos sordos y la vista gorda. Su uso del lenguaje confunde. Pero, ¿por qué darle el beneficio de la duda? El periodista miente. Cuando recurre a la novela de Conrad, El Duelo, para ilustrar las características del conflicto en Santa Cruz, lo único que consigue es deformarlo. El periodista afirma que, como en la novela, el objetivo de los docentes por un lado, y Kirchner por el otro, es eliminarse mutuamente. Lo que prima en el conflicto es la insensatez. No la injusticia y la postergación de las reivindicaciones de los educadores. “La pulseada lleva más de quince años y ha atravesado por todas las épocas y escenarios. Apenas si puede verse en cada lado el menor rasgo de sensatez”. Sorprende la afirmación cuando el mismo diario muestra, en la misma página, a un empleado municipal perforado por varios balazos de goma. Sorprende porque quien militarizó la provincia y ocupó las escuelas con la gendarmería es el presidente, el mismo que viene reprimiendo la mayoría de las protestas que allí se desarrollan. Está bien claro quien quiere eliminar al otro. Por supuesto que los adalides de la posmodernidad dirán que todo depende del cristal con que se lo mire. Bien, parece que el cristal del periodista está bastante empañado. O polarizado, y se lo puso al revés.

martes, 8 de mayo de 2007

Estás en casa

Estás en casa

Pero nosotros seguimos encerrados, haciendo zapping para ver cada vez más (saber cada vez menos o nada) de ese universo clausurado y autorreferencial que es la tele. Estás en casa, ordena la pantalla. Para seguir allí por el resto de nuestro tiempo de ocio. ¿Qué significan cuatro meses frente a tamaña e idiota eternidad?
Se dirá que los libros –enfrascarse en ellos- generan un fenómeno similar. Y es cierto, aunque admitamos que de un libro puede salirse a otro y en la serie, aunque muy larga y hasta incierta, uno puede tropezar con aquel que lo conmueva, despierta y lo colme de convicciones para salir aunque sea a combatir gigantes-molinos en un mundo de papel.
Son los medios, estúpido, alerta nuestra conciencia somnolienta. ¿Acaso un blog –y al escribir renuevo el dispositivo y su estrategia- no consiste en una navegación de reenvío a reenvío, ilimitada?
Es la industria cultural, la superestandarizada y extendida televisión en primer orden. Media. Entretiene. Nos mantiene en una espera nada tensa (más bien, relajada). Distrae. Nos saca de la calle.
Lo ordena la pantalla. Y el Estado.

viernes, 4 de mayo de 2007

Trabajo ad honorem, también en los medios

Trabajo ad honorem, también en los medios

No sólo las universidades nacionales tienen trabajadores realizando tareas profesionales de manera gratuita Bajo el ropaje de la participación “TN y la gente” utiliza para sus noticieros material filmado por los espectadores sin pagar retribución alguna.

Esta semana el diario Clarín publicó un importante informe sobre el trabajo gratuito que desempeñan más de 20.000 docentes en la Universidad de Buenos Aires. Pero esta (mala) costumbre no es propiedad exclusiva de la institución académica.

Meses atrás, desde este espacio virtual habíamos llamado la atención sobre la concepción limitada de la participación que promovía el portal “TN y la gente”. En ese momento, nuestra crítica iba dirigida a la posible censura que se ejercería sobre los materiales que llegarían al portal y fueran contrarios a los intereses del grupo multimediático. Dudábamos también de las características que asumirían esos testimonios teniendo en cuenta los usos sociales que la población le da a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.

De lo que no nos habíamos percatado, sin embargo, fue de la utilidad que le daría el portal –el Grupo Clarín- a los testimonios audiovisuales que las personas fueran enviando. Tanto en el propio canal de noticias, en las distintas ediciones del noticiero de Canal 13 o en el portal del diario Clarín se han difundido un sinfín de imágenes tomadas por cámaras domésticas. Desde las inundaciones provocadas por las abundantes lluvias hasta la manifestación de algún grupo político.

El mayor grupo multimediático argentino no tiene reparos en explotar la misma expansión tecnológica que promueve y el imaginario social que determina el modo dominante de utilizarla. Los espectadores se convierten en corresponsales que trabajan de manera gratuita por el prestigio que significaría que su nombre aparezca en los medios -pero también en panópticos humanos diseminados por la capilaridad social- ofreciéndole a las diferentes empresas del grupo contenidos comunicacionales sin costo alguno. Al poner en circulación por sus diversos canales -financiados todos con publicidad y/o abonos- ese producto casero, la empresa lo convierte en mercancía. De los dividendos que genera esa difusión por el mercado mediático, la empresa se queda con la totalidad de los mismos ya que las personas que lo producen no perciben nada por esa tarea. Como los ad honorem de la UBA.

El silencio es… complicidad

Los principales medios del Grupo Clarín no mencionaron la instalación de la Carpa Educativa de los docentes universitarios frente al Ministerio de Educación. En cambio, el principal matutino del grupo publicó una columna de opinión del gobernador Sobisch sobre la crisis educativa.

Ayer, en el marco de un paro por 48 hs., los docentes universitarios de la CONADU Histórica instalaron frente al Ministerio de Educación de la Nación una Carpa Educativa que durará hasta la noche de hoy. Allí, afrontando las dificultades climáticas, durante todo el día y hasta muy entrada la noche, se realizaron numerosas actividades. Tanto el interior de la carpa como gran parte de la superficie de la plaza estuvo ocupada por diversas clases públicas, de varias carreras de la Universidad de Buenos Aires, a las que asistieron cientos de alumnos. Se proyectaron vídeos sobre la lucha de diferentes grupos sociales y políticos, destacándose el realizado por docentes neuquinos sobre la muerte del profesor Carlos Fuentealba. Hubo muestras artísticas de alumnos y docentes del Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA). Se instalaron varias mesas donde se podía firmar el petitorio para apoyar el proyecto de ley que establece el 82% móvil para la jubilación docente –como lo garantiza la Constitución Nacional-. Además, se recibieron numerosas muestras de apoyo por parte de diversos sectores sociales y políticos, como así también la solidaridad de los vecinos de la zona y de cientos de personas que pasaban por las cercanías de la carpa y se acercaban a interiorizarse de los reclamos docentes o a escucharlos hacer lo que mejor hacen, dar clases.

Ante una medida de estas características, la principal empresa multimediática de nuestro país, el Grupo Clarín, no emitió imagen alguna ni dijo una sola palabra sobre el hecho. Ni Canal 13, ni radio Mitre, ni Clarín.com en ninguno de sus programas, flashes informativos o actualizaciones virtuales dieron espacio a una de las informaciones más importantes del día. En cambio, en su edición de ayer, “el gran diario argentino” publicó una columna de opinión del Gobernador de Neuquén y principal responsable político del asesinato del profesor Carlos Fuentealba, Jorge Sobisch, donde explica las causas de la crisis educativa de las provincias.

Al contrario de lo que afirma el sentido común, la mayoría de las veces el silencio no es salud sino complicidad.

jueves, 26 de abril de 2007

¿Se acuerda de las escuelas boucher?

El director del Instituto Di Tella, Alieto Aldo Guadagni, plantea la necesidad de implementar mecanismos de evaluación como una medida imprescindible para mejorar nuestro sistema de enseñanza. Detrás de la propuesta se esconden los planes de los organismos de crédito internacionales destinados al sector educativo.

El director del Instituto Di Tella –y ex representante de la Argentina ante el Banco Mundial-, Alieto Aldo Guadagni (La Nación, 19/04/07), plantea la necesidad de implementar mecanismos de evaluación de la calidad educativa como una medida imprescindible para mejorar nuestro sistema de enseñanza. Pero ¿qué se oculta detrás esta propuesta? Veamos.

El autor parte de una suposición: “La difusión de los resultados de este examen (una evaluación obligatoria a todos los alumnos que terminan el secundario y quieran entrar en la universidad) por escuela secundaria sería un claro acicate para mejorar la calidad de las deficientes”. El autor lamenta que no se apliquen estas pruebas en ninguna provincia argentina y afirma que la razón principal para no hacerlo es el temor a que se conozcan las deficiencias educativas de las escuelas. Precisamente, si la sociedad se enterara de esos datos se generaría “una presión social para mejorar las numerosas escuelas que hoy son deficientes (2/3 parte del total, o sea, alrededor de 4000)”.

La evaluación de la calidad educativa de las escuelas y la difusión de sus resultados tienen otros objetivos. Lejos de tender a que todas las escuelas brinden calidad educativa, se pretende estimular la competencia entre las instituciones -concebidas como proveedoras de servicios educativos- para que se disputen entre sí una parte del mercado respectivo. Así, las escuelas que hoy son consideradas como las mejores serían las más elegidas, debido a eso obtendrían más recursos ya que contarían con más inscriptos. De esta manera se conformaría un círculo vicioso que sería imposible de quebrar, y que a su vez provocaría la reproducción y profundización de un sistema educativo que ya es extremadamente desigual.

Como ya habrá advertido el lector, se trata ni más ni menos que del regreso enmascarado de las escuelas boucher. Pero Guadagni olvida que la educación es un derecho universal, no es un servicio y los alumnos no conforman un mercado de usuarios que haya que disputarse; por el contrario, se le debería garantizar el acceso a una educación de calidad, vayan a la escuela que vayan, esté ubicada en el distrito que esté.

No es casualidad, entonces, que otra de las críticas del autor vaya dirigida al centralismo burocrático que, como modelo organizacional, estaría obstaculizando una mejora radical del sistema educativo: “Este modelo centralista-burocrático genera el atraso educativo y, además, impide impulsar la movilidad social ascendente”. Por supuesto, para que las escuelas compitan entre sí es necesaria la descentralización del sistema. Pero la descentralización que propone el autor los argentinos ya la hemos experimentado, y la continuamos padeciendo: una descentralización sin recursos. Precisamente la autonomía de acción de las escuelas les permitiría buscar financiamientos alternativos y el fin de la educación pública estaría a la vuelta de la esquina.

Padres que presionan a las escuelas, instituciones que compiten entre sí. Una política de estas características aplicada al ámbito educativo no puede llevarse a la práctica sin fragmentar a la comunidad educativa para debilitarla en sus reclamos al estado. Para eso también hay que dividir a los docentes mediante la promoción de escalas salariales diferenciadas: “A partir de esta evaluación se pueden introducir nuevos incentivos salariales para aquellas escuelas que mejoran sistemáticamente su calidad, ya que es indispensable reconocer con el salario justamente a quienes mejoran la enseñanza”. Los docentes quedarían reducidos a proveedores de un servicio y gran parte de la política educativa a un índice de comisión por venta.

Plantear que la clave del deterioro de la educación argentina reside en la ausencia de mecanismos de evaluación es abstraer el problema de las condiciones que lo provocan. Una propuesta de evaluación de la calidad de la educación mientras los docentes están reclamando lo mínimo indispensable para llegar a fin de mes, donde a muchas de las familias de los alumnos apenas si sus ingresos les alcanzan para comer, donde los edificios escolares están en pésimas condiciones y la falta de materiales e insumos es una constante; proponer esto y no mencionar nunca en las más de sesenta líneas que tiene la nota la palabra presupuesto, sin duda tiene otros objetivos. En definitiva, se trata de volver a introducir en el imaginario social los planes de los organismos de crédito internacionales para el sector educativo, o sea, la lógica del mercado y la (falsa) competencia aplicada a la educación.



lunes, 23 de abril de 2007

Deserción Escolar: La culpa es de los paros

Deserción Escolar: La culpa es de los paros

En una de sus editoriales del día 4 de abril, el diario La Nación nuevamente arremetió contra los docentes que reclamaban mejoras salariales en diversas provincias. No es ninguna novedad que los medios masivos de comunicación se escandalicen ante la protesta de cualquier conjunto de personas organizadas. En el caso de esta editorial, la novedad radica en que se responsabiliza a los docentes de una de las problemáticas más acuciantes de nuestro sistema educativo.


El título de la editorial, “Paros docentes y deserción escolar”, sintetiza el objetivo del diario: responsabilizar a las huelgas docentes, por lo tanto a los docentes, de los altos niveles de deserción escolar que sufre el sistema educativo de nuestro país. El segundo párrafo de la nota señala que “la repetición de los conflictos actúa también como estímulo no deseado para la deserción escolar”. La nota continúa con uno de las fórmulas preferidas de la prensa para condenar cualquier protesta de los trabajadores de la educación: “los niños no tienen la culpa de esas disputas (salariales) que, ciertamente son incomprensibles para muchos de ellos”.


Vayamos por partes. Que los chicos no tienen la culpa, por supuesto, pero los maestros tampoco. Los responsables están en otro lado. No es posible continuar enseñando mientras se perciben salarios por debajo de la canasta familiar, en escuelas destruidas y sin los materiales adecuados. Y no es posible, sobre todo, si lo que se quiere es brindarles a esos chicos una educación de calidad, precisamente lo que cualquier maestro en huelga desea. Muchas veces se olvida, o no se quiere recordar, que las condiciones de trabajo de los docentes son las condiciones de aprendizaje de los alumnos. Por otro lado, plantear como argumento que las huelgas serían ilegítimas porque los chicos no comprenden las razones de las disputas, constituye una subestimación de los alumnos que sufren en sus propias familias las postergaciones de sus derechos.


La preocupación de La Nación radica en que “cada día que pasa se acrecienta la brecha entre quienes gozan del privilegio de recibir una educación sin sobresaltos y aquellos condenados a la incertidumbre permanente”. El texto parece interpelar cierto imaginario social que suele relacionar “educación sin sobresaltos” con la gestión privada y “la incertidumbre permanente” con la educación pública. Más adelante, La Nación afirma que ante los elevados niveles de deserción escolar es “el Estado el que tiene que actuar con sus recursos”. Articulando ambas apreciaciones, lo que omite mencionar el diario es que “la incertidumbre permanente” se produce, en gran parte, porque el Estado destina una buena porción de los fondos públicos a las escuelas privadas, muchas de la confesión católica que tanto defiende La Nación –ni que hablar de los sueldos que perciben seminaristas, curas y obispos-.

Sabemos que el diario como totalidad transmite un mensaje que se va construyendo con una serie de significaciones que cada noticia contiene y se sobredeterminan unas con otras. Una vez leída la editorial, en la sección Cultura aparece la cobertura de un bochazo masivo en el examen de ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata. Parecería que La Nación tiene como objetivo que el lector construya una cadena de sentido, que podríamos traducir así: los docentes paran, por lo tanto hay pocos días de clases; si hay paro los alumnos dejan la escuela, pero si hay pocos días de clase los que continúan asistiendo reciben una formación deficiente que les impide ingresar a la universidad. Los docentes pasan, de un plumazo, de ser victimas de una situación de postergación histórica a ser los únicos responsables del calamitoso estado de la educación argentina.

Pero no sólo el diario juega una función simbólico-ideológica en tanto texto conformado por distintos signos y códigos. La función del diario cobra su sentido más importante en tanto dice de cierta manera algunas cosas en un momento específico. No es un dato menor que el mismo día en que La Nación publicaba la editorial que hemos comentado, una granada de gas lacrimógeno lanzada por la policía neuquina le despedazaba la cabeza al profesor Carlos Fuentealba. A veces, la historia sola se encarga de poner blanco sobre negro respecto del papel que juegan los medios masivos de comunicación ante la protesta de los sectores populares.

miércoles, 18 de abril de 2007

Farsa

Farsa

En el comienzo del 18 Brumario de Luis Boanaparte –una obra que las clases dirigentes del capitalismo se encargan de actualizar cada vez que los sectores populares se rebelan-, Marx completa la idea hegeliana que afirma que la historia se repitedos veces. Según el autor de El Capital, a Hegel le faltó decir que una vez como tragedia y la otra como farsa.


La industria cultural no escapa a las leyes de la historia, como lo demuestra la puesta en pantalla de “Malnatti , el ciudadano” -Telenoche, Canal 13-. En su presentación, el ex-CQC retoma uno de los informes realizados años atrás por Santo Biasatti en el Noticiero de Santo (Santo, el Ciudadano -¿un émulo trágico del célebre film de Orson Wells?-) para corroborar si el reclamo fue atendido. Pero no sólo pasaron años entre el original -que ya era copia- y su segunda parte.

Además, el gesto adusto de Santo dejó su lugar al rostro con sonrisa irónica y comentarios ácidos de Malnatti; Santo caminando el lugar de los hechos fue reemplazado por Malnatti llegando en el Malnamóvil (sic); todo acompañado por una cortina musical que acentúa la dimensión humorística del relato.

Bajo le égida de los límites difusos de los géneros, la industria cultural desorienta al espectador anunciándole una noticia cuyos mecanismos de enunciación solo le dejan espacio para la risa.

jueves, 12 de abril de 2007

La televisión pública

La televisión pública

Con varios minutos de duración, Vision Siete -el noticero de las 21 hs. que emite de lunes a viernes Canal 7- dio cobertura a la marcha convocada por CTA y CTERA en repudio al asesinato del profesor Carlos Fuentealba. Allí pudieron verse testimonios "sentidos" de dirigentes sociales y políticos, un plano contrapicado del discurso envalentonado de Hugo Yasky, planos generales de la multitud que escuchaba y primeros planos de sus rostros entristecidos. De la marcha opositora al gobierno y a la burocracia sindical, a la cual concurrieron varios miles de personas, el canal estatal sólo dijo: “Hubo una marcha a Plaza de Mayo” mientras la cámara en el piso tomaba las piernas de las personas caminando. Una cobertura propia de “la televisión pública”.

Blanco sobre Negro

Blanco sobre negro

El tratamiento mediático sobre el asesinato del profesor Carlos Fuentealba comenzó momentos antes de que el brazo armado del estado disparara la granada contra la cabeza del docente. “Paros docentes y deserción escolar” tituló La Nación en una de sus editoriales del miércoles 4 de abril, donde se responsabilizaba a los docentes que reclaman por salario y condiciones dignas de trabajo de las altas tasas de deserción en nuestro sistema educativo. En el mismo instante en que muchos leíamos esa nota, un policía neuquino asesinaba a este profesor y delegado sindical durante una feroz represión contra los maestros que se encontraban en huelga desde hacía varias semanas. La historia sola se encargó de poner blanco sobre negro: dejando en claro el papel que juegan los medios en una crisis donde la rebelión popular es uno de los principales actores.

jueves, 8 de marzo de 2007

Periodismo Deportivo

Periodismo de clase

Apenas comenzado el programa de Fernando Niembro -“De una con Niembro”, AM 910, Radio La Red- la conversación entre el conductor y uno de los egresados de su escuela de periodismo, “Toti” Passman, se centró en la necesidad de urbanizar las villas miserias de la Ciudad de Buenos Aires. Según las afirmaciones de ambos durante los aproximadamente diez minutos que duró esa charla, los principales motivos para llevar adelante estas obras serían la imposibilidad de circular por esos barrios, la inseguridad para los periodistas que tienen que ir a cubirir los partidos en zonas aledañas y que tal como están sirven de escondite a los delincuentes. De la necesidad y el derecho de esas personas de vivir en condiciones dignas, ni una sola palabra. Lo que se dice, un periodismo de clase.

Historia

Historia

Ayer martes, la voz en off del periodista de Telenoche –el noticiero de Canal 13 que se emite todos los días a las… vaya a saber uno el horario- describía los pormenores del juicio que se le sigue al represor Alfredo Astiz por la desaparición del escritor, periodista y militante montonero Rodolfo Walsh. Luego de otorgar algunos detalles de la causa judicial, el periodista intentó narrar cómo fueron los hechos que terminaron con la muerte y desaparición del autor de Operación Masacre. Según afirmó, Walsh fue secuestrado de su departamento y nunca más apareció. Como todos saben, Rodolfo Walsh fue emboscado por un grupo de tareas de la ESMA en plena Av. San Juan, como iba armado resistió la embestida de los asesinos hiriendo a uno de los oficiales hasta que cayó muerto acribillado a balazos. ¿Y si de vez en cuando agarramos un libro de historia para conocer nuestro pasado reciente y saber qué fue de la vida de nuestros colegas desaparecidos?

martes, 6 de marzo de 2007

Debutó la nueva Ley (Federal) de Educación

Si bien el dicho popular señala que una imagen vale más que mil palabras, pocas veces sucede que una sola escena sintetice tan bien las diferentes facetas de una situación en particular. Nos referimos al anuncio de aumento salarial a los docentes anunciado por el gobierno nacional antes del inicio del ciclo lectivo 2007.

La escenografía se montó en la Casa de Gobierno para que el Ministro de Educación Daniel Filmus, en campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, diera la buena nueva como respuesta al anuncio del adelantamiento de las elecciones en ese distrito. A su lado, como buenos lugartenientes, se encontraban los dirigentes gremiales de las federaciones nacionales docentes, con Hugo Yasky a la cabeza, el principal operador político del gobierno para que a fines del año pasado se sancionara la nueva norma educativa.

Los sucesos posteriores al anuncio demostraron varias cosas. La inutilidad de un ministerio sin escuelas que anuncia un aumento que deben hacer efectivo las administraciones provinciales. La complicidad de dirigentes gremiales que acuerdan con el gobierno sin someter la propuesta oficial a la evaluación del conjunto de los trabajadores; y que convierten la lucha de los docentes en terreno para la disputa electoral porteña. La función que cumple una (supuesta) nueva normativa legal que en su debut oficial mostró, en todo su esplendor, que su razón de ser es continuar con la misma política educativa bajo otro ropaje .

Una síntesis perfecta que deja en claro que este es el gobierno del empleo precario y los salarios miserables, las traiciones reiteradas de la burocracia sindical de siempre y la mentira que en realidad es la nueva vieja ley educativa. Todo junto, como para que nadie diga que no lo vio o no le avisaron.

El comienzo del fin

El comienzo del fin

Nuestro neurótico zapping de los domingos por la noche se detuvo en el Canal 26 de cable. Y no era para menos. Sorpresivamente nos encontramos con la pantalla del televisor ocupada por Mariano Grondona conduciendo su “nuevo” programa periodístico, “La Clave de Mariano Grondona”. Desde hace tiempo augurábamos porque este apologista de todas las dictaduras y gobiernos represivos acabara de la misma manera que su ex compañero de ruta, Bernardo Neustadt: despreciado e insultado cada vez que aparecía en público. Sin embargo, creíamos que el abogado defensor de todos los gobiernos de facto era más inteligente y no sería tan fácil verlo en decadencia. Pero a veces la historia tiene estas sorpresas. Que Grondona haya dejado de conducir su programa “Hora Clave” en un canal de aire –luego de diecisiete años ininterrumpidos- para pasar a hacerlo, con otro nombre, en un canal de cable cuya audiencia es considerablemente más acotada, no es un dato menor. Y si acaso lo fuera, nosotros preferimos ser más optimistas. Preferimos pensar que algo debe estar ocurriendo para que esta figura orgánica de los sectores más reaccionarios y conservadores de nuestra sociedad deba abandonar la televisión de aire por un espacio mucho más pequeño y restringido. Esperemos que este sea el comienzo del fin.

lunes, 15 de enero de 2007

Volvemos en febrero




Volvemos en febrero

jueves, 11 de enero de 2007

Presos del significante

Presos del significante

Nadie duda del carácter polisémico de las palabras. Que éstas pueden adquirir significaciones varias producto de procesos históricos y sociales muy complejos, es cierto. Lo que resulta extraño –o no- es que para algunos los conceptos puedan obtener los sentidos más insólitos. Veamos.

Semanas atrás, Reinaldo Sietecase afirmaba en el programa de Jorge Lanata, que en la Ciudad Rosario se estaba desarrollando una experiencia socialista (sic) en el marco de la democracia. Anoche, Alfredo Leuco –ex cronista del Cordobazo devenido lavagnista-, en su programa de cable “Le doy mi palabra” (América 24), entrevistó al Intendente de Rosario Miguel Lifschitz (Partido Socialista). En un tramo de la entrevista, le preguntó por la comparación que se hacía de Rosario como un micro Chile. El intendente “socialista” respondió que lo enorgullecía la comparación de la ciudad por él gobernada con un país tan pujante como el trasandino (cuya presidenta actual y algunos anteriores mandatarios, son miembros del Partido Socialista de ese país).

Una pujanza extraña la chilena. Un socialismo todavía más asombroso ¿Cuál es el carácter socialista de la represión al movimiento estudiantil que reclama por posibilidades educativas para todos? ¿O de la aplicación de la ley antiterrorista pinochetista a los mapuches, la destrucción del sistema de la seguridad social y la defensa de una de las estructuras sociales más desiguales de la región? ¿La comparación con Rosario se basará en que allí habita gran parte de la tan pujante patria sojera argentina?

Lamentablemente, el carácter maleable del lenguaje habilita estos movimientos impunes. La operación retórica es simple aunque no menos efectiva. Se toma el significante, se lo vacía de contenido y se lo vuelve a llenar con los sentidos más extraños al concepto. Una operación llevada a cabo con el objetivo de disimular la defensa de las formas que adquieren las relaciones sociales utilizando el ropaje siempre a mano del progresismo democrático –significante vacío si los hay-. A las claras se demuestra que para algunos alcanza con autodenominarse socialistas para serlo. Pero lo único de socialistas que les ha quedado es el significante. Han quedado tan presos de éste que están imposibilitados de convertirlo en el único significado concreto que tiene.

miércoles, 10 de enero de 2007

La noche del señor...

La noche del señor...

El cine europeo ha dado sobrados ejemplos, desde hace varios años, que constituye una de las pocas expresiones de la esfera cultural –incluimos aquí a la academia y al conocimiento científico social, por supuesto- donde puede hallarse una crítica lapidaria, por su profundidad y simplicidad, al sistema social y una demostración irrefutable de los azotes incesantes que el capitalismo ejecuta sobre la vida de las personas. “La noche del señor Lazarescu”, dirigida por Cristi Puiu, es la última expresión de esta tendencia que, sorprendentemente, no proviene ni del cine británico, francés, italiano o español, sino del rumano.

Dante Lazarescu, interpretado magistralmente por Ion Fiscuteanu, es un ingeniero de 63 años, adicto al alcohol, que vive solo con sus gatos en un complejo de departamentos de la capital rumana. Debido a un malestar que se acrecienta con el correr de las horas, decide llamar al servicio médico un sábado por la noche. La enfermera que lo revisa -otra gran actuación de Luminita Gheorghiu- decide llevarlo al hospital porque teme que el problema sea mucho más grave que una resaca. Y ahí comienza el martirio para Lazarescu, para la enfermera y para el espectador que ve cómo, a lo largo de poco más de dos horas y media, el pobre tipo es diagnosticado de varias enfermedades según quien lo revise, derivado de un hospital a otro porque los servicios públicos de salud han colapsado debido a un accidente de tránsito en la zona, y siente el menosprecio de los médicos hacia la enfermera, a quienes le suplica que le den al paciente la atención que necesita.

Una especie de road movie que se desarrolla entre la ambulancia yendo de un lado al otro de la ciudad, y la sala de admisión de los hospitales, siempre con el mismo resultado: un nuevo diagnóstico y la derivación a otro nosocomio. La película demuestra, sin golpes bajos ni bajada de línea alguna, varias cosas. Primero y principal, que una de las pocas cosas que ha globalizado el capitalismo es el desprecio por la ancianidad y la destrucción de los sistemas públicos de salud. Pero también el autoritarismo del discurso médico, su capacidad de producción de enfermedades casi en la misma medida que su cura, junto con la inclemencia y arbitrariedad de la división del trabajo. Contada casi en tiempo real, y con una sala atestada de personas de la tercera edad, “La noche del señor Lazarescu” podría tener otro protagonista y desarrollarse en otro lugar porque tal vez sea sólo un ejemplo de muchas noches de muchísimos de nuestros
viejos.

La guerra de los Horacios (II)

La guerra de los Horacios (II)


Una nota de opinión de HG en Clarín –más cifrada que nunca, sesudas especulaciones sobre la técnica y sus sentidos sociales- y la solicitada de más de un centenar de intelectuales en apoyo a la Biblioteca Nacional, esto es, en apoyo a HG: “no hay ninguna oposición… entre biblioteca y actividad cultural”. De un lado, entonces, el Club Socialista, los Modernos y Felipe Pigna. Del otro, el kirchnerismo (Horacio Verbitsky, Jaime Sorín, María Seoane, José Pablo Feinmann, Hugo Trinchero, Ana María Zubieta), miembros de las revistas Ojo mocho y Confines, y hasta el Colectivo Situaciones que resignó su autonomía en relación con el Estado para remitir su adhesión a una de las dos direcciones electrónicas oficiales.
A esta altura, el hecho –¿la crisis de la Biblioteca Nacional y de las políticas culturales del gobierno o la pelea entre Tarcus y González?- se ha transformado en el más controvertido del campo intelectual.
Ni la represión en Santa Cruz, ni la masacre israelí contra el Líbano, ni la desaparición de Jorge Julio López, ni la crisis de la UBA, movilizó a tantos historiadores, novelistas, músicos, poetas, periodistas, ensayistas, cineastas, críticos literarios, dibujantes. ¿Será por aquello de la especificidad de los intelectuales -¡hay libros en peligro!- o porque la disputa entre los Horacios pone en riesgo una red de relaciones –telarañas del campo- que si no se sostiene puede perderse dejándonos fuera del juego de las citas, las mesas redondas, las presentaciones de libros, publicaciones, cocktailes varios, acceso a los archivos? ¿Será, incluso más allá de la voluntad de algunos de los firmantes, un anticipo de la próxima contienda electoral entre lavagnistas y kirchneristas?

martes, 9 de enero de 2007

De La Patagonia Rebelde a El Calafate

De La Patagonia Rebelde a El Calafate


-¿Cómo ve usted la situación actual de la Argentina?
-Yo creo que estamos viviendo un período interesante en nuestra historia, hemos vivido tantas dictaduras y tantas democracias inestables. De pronto un presidente argentino demuestra un coraje civil al retomar el tema de los derechos humanos, por ejemplo; al meterse en la parte de la justicia; al intervenir en la Corte Suprema; al intervenir también en los negociados de este desgraciado sindicalismo que tenemos; la parte dedicada a los jubilados, donde se ha hecho un gran negociado, y otros aspectos que hacen interesante apoyar al señor Kirchner. Pero claro, siempre un poco a la distancia, ver qué es lo que busca, cuáles son sus fines. De cualquier manera ha empezado bien.
Osvaldo Bayer (entrevista completa)

Podríamos ahorrarnos el comentario, pero hubo una vez un autor que nos estimuló a pensar conspirativamente -qué otra cosa es el Estado si no el comité donde la burguesía pergeña sus políticas- y a convertir los perfiles intelectuales en prontuarios. Entonces ¿a qué viene lo de "interesante" (del período, de Kirchner) y el apoyo a un presidente que acumuló su fortuna inmobiliaria patagónica en tiempos de la dictadura, que gobernó Santa Cruz por una decena de años sobre la base de la represión del movimiento popular y los grandes negociados con las multinacionales petroleras, que envió al sur a la gendarmería para acabar con la huelga de los trabajadores, con razzias, detenciones nocturnas y torturas al peor estilo de la dictadura militar ?

Racismo americano

Racismo americano


En el programa del día de ayer de América Noticias, primera edición, se leía un videograph que denunciaba la existencia de una “Mafia gitana”. Con el móvil en vivo y las cámaras dentro de la casa (los pobres y “marginados” no tienen intimidad para los medios; los ricos y famosos, cuando de presuntos delitos se trata, cierran inmediatamente el portón de la residencia), decíamos, con la cámara intrusa, el periodista desde el estudio –Guillermo Andino- llevaba a cabo una indagatoria para esclarecer –concedamos- el episodio del secuestro de una menor por parte de un grupo mafioso de la comunidad gitana.
A poco de hablar con una mujer y un hombre –al que presentó como un “jefe gitano”- descubrió que el episodio era, por lo menos, confuso. La menor no lo era tanto. Tampoco había sido comprada. Y todo se había originado en una disputa entre familias. Tal vez por eso, el director de noticias –o quizás el que tipeaba los títulos- decidió que era hora de cambiar la carátula, que pasó a ser “Código gitano”. Todo salvado en cuestión de minutos.
Si la nota hubiera durado un poco más, habrían tenido tiempo de mejorar el show periodístico: “Amor gitano” o “Soy gitano”. ¡Qué mejor encuadre para una historia de amores prohibidos, secretos inconfesables y odios ancestrales!

viernes, 5 de enero de 2007

Participación

Participación

“Ahora podés ser parte de TN”. Sí, el mayor multimedios de la Argentina convoca a su público a participar de su canal de noticias sumándose a su blog “TN y la gente”. La invitación formalmente reza: “¿Grabaste un video con tu celular o cámara y creés que podría ser noticia? ¿Sacaste una foto que quisieras compartir con la gente que mira TN? Mandanos tu material. TN y la gente es el espacio donde lo podés mostrar”. Por cierto, con ciertas restricciones. Según las Condiciones de Uso del blog “TN y la gente puede abstenerse de publicar sin incurrir en responsabilidad alguna, cualquier Contenido por usted enviado que, a exclusivo criterio de TN y la gente conforme parámetros periodísticos y éticos, viole a lo que por el presente se publica o que pueda resultar ofensivo, ilegal o violatorio de derechos o que pueda dañar o atentar contra la seguridad de cualquier persona”. Una concepción de la participación a la medida del mayor monopolio de la información y la comunicación del país

Método

Método

Uno de los últimos sábados del año que acaba de terminar, el conductor y periodista de envidiable voz -un ejemplo que demuestra que a veces la forma supera largamente al contenido-, sentenció sin sonrojarse: “en Comunicación (la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA) vivimos de paro y no pasa nada”. El columnista especializado en política internacional, en consonancia, afirmó la necesidad imperiosa “de revisar los métodos de protesta”. A todo esto, el intelectual marxista -ex trotskista y compañero de aventuras de Nahuel Moreno- quien estaba siendo entrevistado en el marco de la elección del nuevo Rector de la UBA, apoyaba todo lo que se venía diciendo respecto de los paros de los profesores de esa casa de estudios. Periodistas e intelectuales, pero también docentes universitarios, preocupados por la manera en que los trabajadores reclaman por sus derechos. Una pequeña lección de cómo es posible racionalizar la ausencia –de las asambleas, de los paros, de las discusiones con el gobierno de turno- preocupándonos por el método. Una manera elegante de disimular la claudicación.

jueves, 4 de enero de 2007

Noticia de hoy

Noticia de hoy


La crisis de la Biblioteca Nacional, planteada en los términos de la carta del renunciante, de la solidaridad de intelectuales y de las declaraciones del “dolido”, da para un título en broma: la guerra de los Horacios. Por González y Tarcus, claro. Pero también por Salas, el primero de la genealogía en abandonar el sillón. De ser supersticiosos hablaríamos de la maldición de Paul Groussac. Pero no.
Podríamos quedarnos mudos (hasta para no abusar con las entradas a HG). De última, la guerra se da entre intelectuales K: uno que arribó al cargo “porque se lo pidió el presidente” y el otro, desde un lugar, pacientemente construido, como pertinaz ex izquierdista que dirige el más importante centro de documentación de la izquierda en nuestro país (sic). Problema de ellos, como se dice en el barrio. Pero, convengamos, lo que está en discusión no es precisamente la biblioteca del barrio.
González fraguó una biblioteca imaginaria para reunir a sus amigos a charlar en un “entre nos” de capilla, publicó una revista para desplegar su interminable especulación monológica y hasta lanzó una serie de libros a partir de su raro canon.
Tarcus, por su parte, presentó una renuncia en clave de management empresarial: al pugnar por la modernización, la informatización y, sobre todo, al reclamar “saneamiento administrativo”, esto es, el despido del “75% del personal” que “no tiene capacidad profesional para trabajar en la biblioteca”.
Como si faltara poca confusión, miembros fundadores y actuales del Club de Cultura Socialista (Beatriz Sarlo, Adrián Gorelik, María Teresa Gramuglio, Carlos Altamirano), los Modernos de Historia (Luis Alberto Romero, Hilda Sábato) y hasta el mediático Felipe Pigna, se solidarizaron con Tarcus y señalaron que comparten su “certero diagnóstico sobre el sombrío estado de la Biblioteca Nacional” (¿también el llamado a despedir trabajadores?).
La crisis de la Biblioteca no escapa a la que se lleva puestos al sistema educativo y a las actividades culturales en su conjunto. Sin presupuesto (el 50% de los 20 millones que recibe, se destina a salarios). Sin lectores (350 por día). Con pasantes precarizados. Sin embargo, ninguno de los Horacios menciona tal cuestión en los partes de guerra que se cruzan en estos calurosos días.

Noticia de ayer

Noticia de ayer


La Nación
Viernes 21 de Julio de 2006

Impulsa el Gobierno otra ley de radiodifusión
Busca evitar la concentración de medios en una empresa

Se sabe: no hubo tal ley. Pero sí una política que, antes, había prorrogado las licencias hasta el 2008 y 2025 a los grandes grupos mediáticos para garantizarles “previsibilidad económica” (decreto 527/05). Y que, más tarde, promovería mayores procesos de internacionalización y concentración: la absorción de Cablevisión por el Grupo Clarín y el fondo de inversión Fintech Advisory o la presión de los monopolios telefónicos por entrar a disputar nuevos mercados.
En el olvido quedó la “iniciativa ciudadana” –declaración respaldada por organizaciones sociales, sindicatos, intelectuales- que solicitaba "diversidad", "pluralismo" y otros tantos valores igualmente nobles. Incluso en el olvido de los propios firmantes que no volvieron desde entonces a publicar solicitada alguna o a convocar a movilización frente al Congreso o a la Plaza de Mayo para reclamar por el elemental derecho a una comunicación pública y contra los monopolios informativos y de entretenimiento.
No es la ley de la dictadura. Si bien la ley de radiodifusión fue promulgada en 1980 y lleva la firma de los genocidas (Videla, Harguindeguy, Martínez de Hoz), los sucesivos gobiernos democráticos -de Raúl Alfonsín hasta Néstor Kirchner- no sólo la ratificaron sino que, además, profundizaron su orientación privatista y monopólica.
Es, desde hace 23 años, una ley de la democracia.

miércoles, 3 de enero de 2007

Aparato represivo

Aparato represivo


-¿Es creíble que Gerez haya aparecido gracias al discurso de Kirchner por cadena nacional?
-No, de ninguna manera. Estos tipos no se asustan con discursos. Otra cosa hubiera sido si el Presidente anunciaba medidas concretas. El discurso fue perfecto, hizo un diagnóstico correcto de la realidad, el problema es que a ese diagnóstico no le sigue un tratamiento; los buenos médicos hacen un buen diagnóstico y luego toman medidas para que el enfermo se cure. Yo estaba esperando la segunda parte del discurso, que en algún momento dijera "por todo esto, he decidido tomar las siguientes medidas, dos puntos...". Por ejemplo, anular los indultos, impulsar juicio político a los jueces de la Dictadura, la exoneración de los integrantes de las fuerzas de seguridad que tuvieron que ver con la represión, mandar a cárceles comunes a los que están detenidos en instituciones militares, impulsar sumario administrativo a los fiscales de la dictadura... Si hubiera anunciado una serie de medidas y convocado a Plaza de Mayo a defender esas medidas íbamos todos, ahí sí se podría pensar que estos muchachos se asustaron. Si bien la reacción del gobierno fue muy distinta a la que tuvo con Julio (López) -lo que además demuestra todo lo que no se hizo por Julio, con Aníbal Fernández diciendo que podía estar tomando el té en lo de una tía-, no se ha tomado ninguna medida concreta. El problema siguen siendo los hechos, no el discurso.
Adriana Calvo, Asociación Ex Detenidos Desaparecidos (ver entrevista completa).

Ascenso social

Ascenso social


“Esta es una sociedad enferma: acá nadie perdona al que le va mal, y al que le va bien tampoco. El problema fue que yo primero fui gaucho, después comunista y luego un capitalista con suerte.” César Isella dixit.

lunes, 1 de enero de 2007

Claro clavo

Claro clavo


El verano fabricado por la industria del ocio tiene un ritmo pegadizo, pegajoso, iterativo, rutinario, monótono. “El ocio represivo”. Por eso la Compañía de Teléfonos del Interior (CTI) –una de las empresas multinacionales que domina el mercado de la telefonía celular- promete emanciparnos, hacernos libres, evitar que sigamos clavando la sombrilla por toda la eternidad (el gesto del conquistador pero limitado al metro de arena que hay que devolver al fin de las vacaciones).
Claro que la salida propuesta ni siquiera es un atajo. Es un camino que nos regresa al mismo punto de partida: enchufarse los auriculares para elegir libremente un tema musical –encima, un lugar común del verano paradisíaco, el reggae- nos encadena a otro ritmo: el de la producción y el consumo.
De allí que nadie repare en el muchacho y su desconcierto al despertar al mundo. Y, sí, en cambio, se haya asimilado la parodia del hit como un hit verdadero que se canta y baila en las discos o se reproduce en decenas de videos de chicos y chicas haciendo playback. De allí también que las ventas de celulares se hayan incrementado en un 30% en relación con el año pasado y ya convivan con nosotros tres millones de aparatos que ofrecen ¿adicionalmente? reproductores de música y cámaras de video.
Lo que el poder impone ante todo es un ritmo (en todas las cosas: de vida, de tiempo, de pensamiento, de discurso).”, escribió Roland Barthes. Y ese ritmo –de casa al trabajo, de la playa al hotel, de la cama al living- “se te pega y nunca despega”.