martes, 6 de marzo de 2007

Debutó la nueva Ley (Federal) de Educación

Si bien el dicho popular señala que una imagen vale más que mil palabras, pocas veces sucede que una sola escena sintetice tan bien las diferentes facetas de una situación en particular. Nos referimos al anuncio de aumento salarial a los docentes anunciado por el gobierno nacional antes del inicio del ciclo lectivo 2007.

La escenografía se montó en la Casa de Gobierno para que el Ministro de Educación Daniel Filmus, en campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, diera la buena nueva como respuesta al anuncio del adelantamiento de las elecciones en ese distrito. A su lado, como buenos lugartenientes, se encontraban los dirigentes gremiales de las federaciones nacionales docentes, con Hugo Yasky a la cabeza, el principal operador político del gobierno para que a fines del año pasado se sancionara la nueva norma educativa.

Los sucesos posteriores al anuncio demostraron varias cosas. La inutilidad de un ministerio sin escuelas que anuncia un aumento que deben hacer efectivo las administraciones provinciales. La complicidad de dirigentes gremiales que acuerdan con el gobierno sin someter la propuesta oficial a la evaluación del conjunto de los trabajadores; y que convierten la lucha de los docentes en terreno para la disputa electoral porteña. La función que cumple una (supuesta) nueva normativa legal que en su debut oficial mostró, en todo su esplendor, que su razón de ser es continuar con la misma política educativa bajo otro ropaje .

Una síntesis perfecta que deja en claro que este es el gobierno del empleo precario y los salarios miserables, las traiciones reiteradas de la burocracia sindical de siempre y la mentira que en realidad es la nueva vieja ley educativa. Todo junto, como para que nadie diga que no lo vio o no le avisaron.

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