martes, 28 de julio de 2009

Justicia

Justicia

Los medios no mienten siempre. A veces son tan sinceros que nos evitan la tarea de un análisis de lo implícito en sus representaciones, de lo oculto y velado por las artimañas que nos permite el lenguaje. Estos casos a los que nos referimos exponen principios fundamentales de la vida social, muchos de ellos enunciados en teorías sociales de orientación crítica. Uno de esos principios dice, más o menos, que las leyes son el resultado de una puja política, de una lucha entre sectores sociales por imponer sus intereses haciéndolos pasar por los intereses de la mayorías, el resultado de una lucha en el campo del poder; algo muy alejado de la idea de contrato social impulsada por los pensadores liberales del siglo XVI y XVII.

Esto significa que muchas de las normas que rigen nuestra vida social están diseñadas, y son impuestas, para favorecer, todavía más, a los ya favorecidos. Y cuando parecen representar intereses universales su aplicación es tan discrecional y arbitraria que vuelve a beneficiar a los sectores dominantes.

Un ejemplo, brutal, de lo que venimos señalando lo retrata una nota del diario La Nación del último domingo. Allí se relata que la justicia porteña será más dura con quienes protesten cortando calles. Por supuesto los sujetos que se menciona son los piqueteros y sindicalistas –con una foto más que alusiva-, y se agrega a los ecologistas en un intento por disimular la aplicación tan discrecional de una de por sí cuestionada norma.

De los protestas y cortes apoyando a la Mesa de Enlace durante el año pasado, o de las promotoras de Radio 10 interrumpiendo el tránsito mientras reparten banderas argentinas en fechas alusivas, entre otras, ni una línea en la nota y ni un llamado de atención por parte de la fiscalía porteña.

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