miércoles, 6 de diciembre de 2006

Nonsense

Nonsense

"Ahora Boltanski y Chiapello señalan que aquellos valores y deseos que en los años sesenta poseían un carácter contracultural, revolucionario, vital, en los años noventa pasaron a ser los motores ideológicos del capitalismo. Consignas que en los años sesenta implicaban un corte radical con el pasado, con la familia, con el mundo del trabajo, con la historia inmediata, hoy funcionan como instrumentos de cohesión social, como la ideología de la época. ¿Cuáles eran esos deseos revolucionarios de los años sesenta? Mayor flexibilidad en la vida cotidiana; mayor autonomía personal; el elogio del cambio permanente, de la incertidumbre, de la creatividad; la crítica a las estructuras rígidas, a la burocracia, al Estado; el cuestionamiento de las instituciones cerradas y la defensa de los vínculos en red; la búsqueda del placer, la preponderancia del deseo; la utopía de un mundo global.
Este es el programa del capitalismo contemporáneo.
Son todas las batallas ganadas, es decir, perdidas. Cambiadas de signo. La flexibilidad llegó, pero al mundo laboral, dejando un tendal de desocupados y excluidos; la incertidumbre guía la vida cotidiana, y allí se ven las manifestaciones reclamando más seguridad; las empresas trabajan en red, y todo ha sido tercerizado, precarizado; la globalización es total, y sólo liberó los mercados y las energías militares.
[...] si se analiza su nuevo espíritu, nos encontramos con el mismo discurso de la crítica artística de los años sesenta, pero con su sentido cambiado, con sus valores invertidos, con sus intenciones revocadas. No encontramos un discurso que venció a otro, sino el mismo discurso sin su sentido (como si el capitalismo funcionara al modo del nonsense)."

Reseña de El nuevo espíritu del capitalismo, un libro de los sociólogos Luc Boltanski y Éve Chiapello, por Damián Tabarovsky. Publicada en la revista Otra parte, n°10, verano 2006-2007.

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